Esta era una vez, el sapito tilin, que se escondía de día y por las noches dejaba escuhar su voz: Un danzón, 1, 2, 3 repetía una y otra vez. El sapito Tilin movía sus pies! bailaba, reía y se colocaba al revés. 1,2,3, repetía una y otra vez. mientras esto hacía, con su lengua atrapaba, luciérnagas y grillos.
Escondida en la otra orilla del estanque la ranita Platanita, lo miraba, lo miraba... y practicaba. Jajajaja que dificultad, siempre caía al agua y el sapito Tilín se decía : Uhmmm que loquita está esa ranita!!.
Pobre ranita platanita decía el sapito tilín quizás deba ayudarla para que aprenda a bailar con estilín, como este hermoso sapito que la vuelve loquita, loquita, con su danzón, 1, 2, 3. Vamos platanita ven a bailar, mueve bien tus pies: 1, 2, 3, ahora ponte al revés. Y así, pasaron las horas y llegó el amanecer, cansaditos estaban los dos. Bueno platanita es hora de dormir, que cuando venga la luna, bailaremos tu y yo, 1, 2, 3. Un danzón
Rosa Ferrer (Garlod): (autora y titular de todos los derechos de esta obra y la ilustración,)