viernes, 19 de septiembre de 2008

El valor de los cuentos como parte de la educación y la vida familiar


Hoy tuve la suerte de tropezar una web destinada a los cuentos infantiles, que son como ya saben mi pasión. CUENTOS PARA DORMIR, es su nombre y ahi encontré esta información tan interesante, que quise compartirla con ustedes. Es una página maravillosa, abajo les dejo el link para que la visiten.


Existen numerosos escritos de gente muy reputada hablando de los muchísimos beneficios que tienen los cuentos, no sólo en la educación del niño, sino en la vida familiar. Lo que aquí os presento es una valoración personal de los puntos que considero más importantes, haciendo especial hincapié en aquellos que no se suelen mencionar, pero que pueden ser de gran ayuda.

La mayor ventaja educativa, sin duda ninguna, es la capacidad que tiene un cuento de transmitir valores. Quizás no hayamos reparado conscientemente en ello, pero si lo analizamos, la mayoría de los valores más firmemente arraigados en nuestra propia personalidad llegaron a nosotros de la mano de algún cuento: los 3 cerditos, por ejemplo, nos inculcaron la importancia de trabajar bien; la tortuga y la liebre nos mostraban que la constancia y la modestia tenían su fruto; y la cigarra y la hormiga nos hicieron ver que era más rentable trabajar que ser un holgazán.

Esto no es casualidad. Todas las historias, y los cuentos son una más, tienen un argumento lógico que une las distintas partes, haciéndolas mucho más fáciles de recordar. De esta forma, nuestra memoria almacena precisamente ese hilo argumental porque es el pegamento de todos esos elementos, y por tanto la forma más sencilla de tener acceso al resto de detalles de la historia. Y es precisamente la moraleja el mejor resumen de un cuento, y por tanto lo que mejor retenemos del mismo. Así, por ejemplo, uno puede olvidar detalles de lo que decían la cigarra y la hormiga, pero no olvida que una holgazaneaba mientras la otra trabajaba para almacenar comida.

En segundo lugar, y muy relacionado con lo anterior, está la utilidad de los cuentos para enseñar cosas nuevas. Precisamente por la facilidad con que se recuerda la historia principal, y por su importancia como nexo de unión, el cuento permite acceder fácilmente a los demás detalles. De hecho, las historias han sido utilizadas siempre para transmitir ideas y conocimiento, empezando por la mismísima Biblia y el propio Jesús de Nazareth, cuyas parábolas fueron una forma de enseñanza realmente reveladora. Yo mismo aún recuerdo el caso de un compañero de clase en el colegio que siempre sacaba malas notas, que sorprendió a todos con una nota excelente en un examen de historia de la primera guerra mundial precisamente porque había estado viendo un par de películas sobre el asunto...

Pero además de ser potentes herramientas de educación y enseñanza, los cuentos inventados y personalizados antes de dormir permiten establecer un nexo fortísimo con los niños. Al ser inventados y originales cada día, quien los cuenta debe dedicar toda su capacidad y atención, aunque sólo sea durante ese momento; y eso es algo que los niños, acostumbrados a ser el centro de atención de actos, pero no de pensamientos (muchos padres tienen demasiadas preocupaciones como para aparcarlas totalmente, aunque sólo sea un rato) perciben con gran agradecimiento y entusiasmo. Y al personalizarlos (yo siempre les dejo escoger los personajes principales de la historia), los padres se obligan a escuchar y atender a sus hijos, y los niños se sienten verdaderamente especiales. Esa carga emotiva tan grande es otro importante factor que facilita la memorización y asimilación de lo enseñado en esos cuentos. Yo mismo he podido comprobarlo las numerosas ocasiones en que mis hijos me han sorprendido recordando detalles increíbles de cuentos que les había contado hacía ya mucho tiempo y de los que no habíamos vuelto a comentar nada.

Finalmente, contar cuentos sin libros ni dibujos, con la habitación en penumbra y los niños acostados, tal y como me gusta a mí hacerlo, es una ayuda muy eficaz para contrarrestar la falta de atención que sufren muchos niños actualmente , provocada por vivir en un mundo con tantos sobreestímulos visuales. Bajo la débil luz del pasillo, y con la tranquilizadora presencia de sus padres, los niños abren sus oídos dispuestos a transportarse al mundo del cuento, y sin darse cuenta, están aprendiendo a centrar su atención; no sólo eso, además lo hacen utilizando el oído como sentido primario, muy al contrario de lo que habrá sucedido durante el día. Yo suelo aprovechar esta situación para estimular aún más su parte visual, pero en el aspecto creativo, que ante tantos estímulos tan perfectamente fabricados, muchos no desarrollan debidamente; así que lleno los cuentos y sus personajes de marcados y vivos colores, obligándoles a imaginar cada parte del cuento.

No quiero acabar sin remarcar las ventajas de personalizar los cuentos (a quien le parezca difícil hacerlo cada día, aquí cuento cómo hacerlo de forma facilísima). Un cuento personalizado es una herramienta increíblemente eficaz para "analizar" los comportamientos de los niños durante ese día. Aprovechando la cercanía en el tiempo y la frescura de sus recuerdos sobre lo acontecido, mediante el cuento podemos alabar lo que hayan hecho bien, o censurar y tratar de cambiar aquello que no hicieron tan bien. En ese momento tan emotivo, los niños están tan accesibles y dispuestos, que un cuento que ejemplifique claramente la actitud a seguir será mucho más eficaz que varias horas de sermones y buenas palabras.

fuente: http://cuentosparadormir.com/content/page/el-valor-de-los-cuentos-como-parte-de-la-educacion-y-la-vida-familiar

sábado, 13 de septiembre de 2008

Patito Feo, Ugly Duckling

les regalo este video de un cuento infantil que le enseña a nuestros pequeños valores muy importantes como lo es el de luchar por lo que deseamos y tener esperanza, el respeto a los demas, el reconocimiento del otro.. y es que los cuentos infantiles son más que sueños...
Garlod

REGRESO A CLASES... A VECES UN TRAUMA


A propósito del inicio de año escolar, les dejo esta iformación que desde mi punto de vista como docente me pareció muy interesante en el caso de aquellos pequeños que sienten temor por la escuelas...
A continuación presentamos algunos consejos prácticos sugeridos por la Revista Samborondón de Guayaquil, los cuales ayudarán a que la transición de regreso a clases y los primeros días escolares sean menos duros para niños y padres.

1. ¡A la cama muy temprano!

Si durante estas vacaciones sus niños se han acostumbrado a trasnochar y dormir hasta tarde, gradualmente deben volver a los horarios normales. Tenga en cuenta que los chicos de 5 a 8 años necesitan mínimo 10 horas de sueño. La disciplina que imponen los padres respecto a la hora en que sus hijos deben acostarse y levantarse es muy importante, pues ayudará a desarrollar buenos hábitos a la hora de dormir, costumbre muy importante cuando empiezan las clases.

2. Poco a poco vuelva a la rutina

A pocos días del inicio de clases, acomode el horario de su hijo y asígnele actividades escolares. Por ejemplo, por la mañana, introdúzcalo en ejercicios de escritura y dibujo. Para este efecto, los libros de pintar con actividades para las distintas edades son ideales. Por la tarde, lean juntos un cuento y conversen sobre los personajes del mismo. Es importante que se vaya acostumbrando al trabajo para que las actividades escolares no o sorprendan.

3. Conozca al profesor

Si es la primera vez que su hijo asiste al colegio, llévelo a la escuela dos o tres días antes del ‘gran evento’, para que se familiarice con el lugar. Si usted conoce otros chicos que van a estar en su clase, propicie una relación de amistad previa para que se conozcan; ver caras conocidas ese primer día le hará bien. Tener contacto con el profesor algunos días antes, también es importante, pues crea un vínculo entre maestra y alumno.

4. Minimice el ajetreo de las mañanas

Las primeras mañanas de clases suelen ser muy ajetreadas. La noche anterior deje listo el uniforme y todo preparado para el desayuno. De esta manera, ambos se van a sentir mejor: su hijo podrá vestirse solo y usted estará menos complicada.

5. Designe un lugar para los deberes

A los niños pequeños les gusta estar cerca de sus padres, así que es recomendable que “el lugar de los deberes” esté cerca de usted. Los niños mayores deben tener un escritorio especialmente diseñado para el efecto donde puedan guardar sus útiles y trabajar en silencio.

6. Días malos, días buenos

La poca flexibilidad de la escuela es un problema para muchos niños. Espere algunas batallas del tipo de cuánto tiempo es el adecuado para la televisión por las tardes, cómo deben realizarse las tareas, etc. Si el conflicto se da, trate de resolverlo con su pequeño; motívelo a buscar soluciones a los problemas juntos.

7. Limite las actividades extracurriculares

No ‘apriete’ el horario de su hijo con muchas actividades extracurriculares antes de saber cómo le irá en la escuela. Si usted cree que podrá manejar otras actividades, siempre podrá añadirlas a su horario.

Aunque son muy beneficiosas, las actividades extra-escolares incrementan la responsabilidad de los niños, influyendo en su rendimiento escolar. También pueden reducir el tiempo de juego y de relación con sus compañeros, imprescindible en esta edad para su desarrollo y madurez personal.

Por ello es importante que consulte con los pequeños a la hora de elegir y programar dichas actividades de modo que no sean una carga, sino una ocasión aceptada por ellos, para aprender y disfrutar.

8. Momentos para relajarse

Ayude a su hijo a relajarse durante las primeras semanas de clases. Los niños en los primeros grados necesitan mayor ayuda para adecuarse a la nueva estructura escolar. Y usted debe estar presente en el proceso.

9. Siempre aprendiendo

El aprendizaje debe ser parte de su vida diaria. Si va al supermercado, aproveche para probar las matemáticas de su hijo; deje que su pequeño lea los letreros mientras van de paseo... Lo importante es hacerle ver que todo lo que aprende en la escuela puede aplicarlo en lo cotidiano.

10. Celebre con ‘bombos y platillos’ el primer día de clases

Una vez que regrese de ese primer día de clases, pregúntele cómo le fue, qué hizo, qué aprendió… Esto cumple con varias funciones: la primera es que da al niño la oportunidad de expresar lo que siente y sentirse importante ante mamá. Por lo mismo, celébrelo. La segunda es que usted podrá determinar si existe algún problema que amerite una solución inmediata. De ser posible, organice una gran fiesta para celebrar el primer día de clases… e invite a sus nuevos compañeros y mamás.

FUENTE: http://www.clublancita.mil.co/index.php?idcategoria=197698