viernes, 9 de noviembre de 2007

Pensamiento Lógico Infantil



El pensamiento lógico es dinámico, el niño no viene al mundo con un "pensamiento lógico acabado"; esto parece ser una evidencia ampliamente aceptada por todos.

Las diferencias con el pensamiento adulto no son sólo cuantitativas; es decir, no es que el niño sepa menos cosas del mundo, sino que además hay diferencias cualitativas, las estructuras mentales con las que se enfrenta al conocimiento del mundo son diferentes; éstas van evolucionando de modo progresivo hacia la lógica formal que tiene el adulto.

Los momentos más críticos en los que se produce este desarrollo del pensamiento lógico coinciden con los períodos educativos preescolares y escolares; por ello la escuela no puede permanecer indiferente a estos procesos.


• El pensamiento infantil es irreversible, es decir, le falta la movilidad que implica el poder volver al punto de partida en un proceso de transformaciones. El pensamiento reversible es móvil y flexible; el pensamiento infantil, por el contrario, es lento y está dominado por las percepciones de los estados o configuraciones de las cosas. Un objeto puede sufrir una serie de transformaciones y el niño sólo percibe el punto de partida y el punto final, pero no puede representarse mentalmente las distintas posiciones por las que ha pasado ese objeto, lo que le impide volver a efectuar el proceso mental en sentido contrario, hasta llegar de nuevo a la situación inicial.

• El pensamiento del niño es además realista y concreto, las representaciones que hace son sobre objetos concretos, no sobre ideas abstractas, y cuando éstas aparecen, tienden a concretarlas; por ejemplo, la palabra justicia puede significar que si a su hermano le compran un juguete, a él le tienen que comprar otro.

• Las diferencias entre la realidad y la fantasía no son nítidas, pueden dar carácter de realidad a sus imaginaciones. La frontera entre una y otra no está perfectamente definida para él.

Tiene, además, un pensamiento animista que consiste en atribuir a objetos inanimados cualidades humanas como las que él posee; así, su oso de peluche puede tener hambre o estar enfadado.

• Todas esas características producen en el niño una gran dificultad para considerar a la vez varios aspectos de una misma realidad. Se centra en un solo aspecto, y ello le provoca una distorsión en la percepción del objeto . Esto lo vemos cuando trabaja, por ejemplo, con los bloques lógicos: comienza agrupándolos en torno a un solo criterio ( bien sea el color, la forma o el tamaño), para pasar paulatinamente a considerar varios aspectos a la vez.

• Por último, el razonamiento es transductivo, a diferencia del adulto, que o bien es inductivo o deductivo. Este tipo de razonamiento consiste en pasar de un hecho particular; es decir, de cualquier hecho puede concluir cualquier otro que se le imponga perceptivamente, pero sin que haya relación lógica. Una consecuencia de este tipo de razonamiento es que utiliza la mera yuxtaposición como conexión causal o lógica, es decir, atribuirá relaciones causales a fenómenos que a parecen yuxtapuestos, próximos, en el espacio o en el tiempo.

El pensamiento infantil de esta etapa puede ser caracterizado, en resumen, como sincrético, debido a que el niño no siente la necesidad de justificarse lógicamente, si se le pregunta de forma insistente sobre las causas de cualquier fenómeno, puede dar cualquier explicación y decir que una cosa es la causa de la otra por el simple hecho de que exista entre ellas una continuidad espacial, por ello el nivel tecnológico de la educación posibilita la concertación de los fenómenos naturales y sus fenómenos visto desde lo étnico aplicando "tics", los cuales permiten tener avances significativos y articular la cultura del contexto.

martes, 6 de noviembre de 2007

Kumon, una posibilidad de ëxito en las Matemáticas

He estado leyendo sobre este método, en verdad fascinante, me convenzo cada vez más, de que solo falta el interés del docente, de su compromiso para mejorar en función de desarrollar una mejor praxis en el aula . Son tantas las herramientas con las que actualmente se cuenta, que no hacerlo es una irresponsabilidad para con nuestros niños y niñas.

Este método fue ideado por un profesor de matemáticas en 1954, Toru Kumon. Esta nueva forma de aprender matemáticas se basa en una secuencia de ejercicios, diseñados para capacitar al alumno a progresar de forma natural y para que adquiera los conocimientos que le permitan mejorar sin lagunas de aprendizaje. Se resuelven los ejercicios más sencillos y avanza hacia otros más complejos y siga pareciendo fácil resolverlos.

La edad idónea para comenzar a trabajar con este método es a partir de los tres años hasta los catorce, aunque la metodología se adapta a todas las edades.

El objetivo de este método es proporcionar pautas eficaces para desarrollar el potencial de cada niño y podrán aprender matemáticas avanzadas a edades muy tempranas. La ventaja de animar a los niños a competir es que se les fuerza a concentrarse, y así aprenden a enfocar su atención exclusivamente en el material que tienen delante.

A cada alumno que ingresa en este centro, se le hace un breve test, para determinar en qué punto debería empezar. Pero siempre se empieza por un punto menos, así el niño no se frustrará si no sabe hacer algún ejercicio y va adquiriendo motivación. Se compone de 23 niveles: desde el 7ª, pensando para los más pequeños, hasta el Q, en el se practican matemáticas más avanzadas, llegando al nivel preuniversitario (permutaciones, combinaciones, probabilidad, estadística, matrices, levantamiento o transformaciones de planos).El niño irá pasando de nivel, a medida que los haga todos bien. Son aproximadamente 4000 hojas de ejercicios, que se centran en el cálculo pero y los conceptos se introducen en el material, en pasos sencillos, cada uno seguido de varios ejercicios para reforzar. Los resultados de este método se ven a largo plazo (un año aproximadamente). Este método se lleva a cabo en centros Kumon, donde los alumnos deben ir dos veces por semana, a la hora que quieran durante las horas que el centro permanezca abierto. Estas dos sesiones duran unos treinta minutos, más otros veinte de ejercicios en casa. Si se realizan durante un año se obtienen resultados increíbles.Cuando un alumno necesita ayuda con un ejercicio, la respuesta es siempre personal, porque va dirigida exactamente a lo que el niño está estudiando. Al terminar las 200 hojas de ejercicios de un nivel concreto el niño hace un test pedagógico. La manera de determinar si un alumno pasa de nivel es viendo el cambio en su velocidad y exactitud a la hora de realizarlos. Se suele repetir varias veces el mismo nivel.


Para mayor información: http://www.kumonla.com